Chile avanza a pasos firmes y con responsabilidad en su desafío de enfrentar adecuadamente y de manera integral la mitigación y adaptación al cambio climático, la lucha contra la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía. Para ello, ya cuenta con una Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales de CONAF, impulsada por el Ministerio de Agricultura, apoyada por el Programa ONU-REDD+ (reducción de emisiones por degradación y deforestación de los bosques) y validada como política pública en 2016 por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.

Tras alcanzar la primera meta consistente en la elaboración de este instrumento-país, ahora Chile se enfoca en trabajar por obtener los recursos financieros necesarios, correspondientes al Programa ONU-REDD+, para implementar medidas de acción destinadas a aminorar la degradación forestal y la deforestación y aumentar los sumideros de carbono en los bosques, como también para adquirir experiencia práctica destinada a que en el mediano o largo plazo el país cuente con esquemas de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) entregados a pequeños y medianos propietarios forestales interesados en mantener el bosque nativo, dado los beneficios asociados a los recursos hídricos, conservación de suelos, conectividad del paisaje, biodiversidad, entre otros, que proporciona dicha superficie vegetacional.

Es en este contexto que se desarrolló durante la semana un taller, organizado por CONAF, para -primero- cerrar el Apoyo Específico para la Formulación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales 2017-2025 y -luego- iniciar el Programa Nacional de Apoyo a la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales de Chile, el que operará en el país a partir de septiembre de 2017 por los próximos cuatro años.

“Hemos logrado -sostuvo el director ejecutivo de CONAF, Aarón Cavieres- una fructífera labor en el marco de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, considerando que ya contamos con productos derivados de un trabajo territorial. Estas intervenciones tuvieron el objetivo de generar restauraciones de bosque nativo con énfasis en la provisión de recursos hídricos en cuatro áreas ubicadas en las regiones del Biobío y Los Ríos. Además, a través del Programa Nacional de ONU-REDD, podremos ahora realizar proyectos en cuatro regiones del país: en Magallanes, La Araucanía, Metropolitana y Coquimbo, mediante alianzas con la comunidad, por medio de los municipios, juntas de vecinos y pueblos indígenas, entre otros”.

Estos proyectos corresponden a:
• Región de Magallanes y de la Antártica Chilena: “Restitución de procesos ecológicos a través de la restauración del estrato boscoso en áreas afectadas y abandonadas por castor (Castor canadensis) en Tierra del Fuego”.
• Región de La Araucanía: “Restauración post incendios forestales en la precordillera andina de la Región de La Araucanía”.
• Región de La Araucanía: “Proyecto de la comunidad indígena de Quinquén”.
• Región de Coquimbo: “Desarrollo de un modelo de inversión socio-ambiental para restauración de tierras semiáridas en Chile”, proyecto que cuenta además con apoyo de la Iniciativa de Restauración Ecológica Forestal.
• Región Metropolitana: “Programa de gestión forestal sustentable en una microcuenca de la zona semiárida como medida de adaptación al cambio climático y contribución a la desertificación, degradación de las tierras y sequía”.

Dichas iniciativas están orientadas a cuantificar, caracterizar, evitar y resolver problemáticas de deforestación y degradación de la tierra. Los resultados de estos proyectos de campo generarán directrices para enfrentar de forma apropiada la implementación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, cuyas acciones permitirán alcanzar las metas que el país ha comprometido a nivel internacional en el marco del Acuerdo de París, ratificado por el Congreso Nacional durante 2017.

Debido a este enfoque, Chile es uno de los líderes en la región en el desarrollo forestal sustentable que promueve el Programa Nacional de ONU-REDD, el cual fortalece acciones orientadas a la medición de las emisiones forestales, fortalecimiento de un Sistema Nacional de Monitoreo Forestal y de un Sistema de Información de Salvaguardas Ambientales y Sociales, entre otras iniciativas.

Chile avanza a pasos firmes y con responsabilidad en su desafío de enfrentar adecuadamente y de manera integral la mitigación y adaptación al cambio climático, la lucha contra la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía. Para ello, ya cuenta con una Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales de CONAF, impulsada por el Ministerio de Agricultura, apoyada por el Programa ONU-REDD+ (reducción de emisiones por degradación y deforestación de los bosques) y validada como política pública en 2016 por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.

Tras alcanzar la primera meta consistente en la elaboración de este instrumento-país, ahora Chile se enfoca en trabajar por obtener los recursos financieros necesarios, correspondientes al Programa ONU-REDD+, para implementar medidas de acción destinadas a aminorar la degradación forestal y la deforestación y aumentar los sumideros de carbono en los bosques, como también para adquirir experiencia práctica destinada a que en el mediano o largo plazo el país cuente con esquemas de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) entregados a pequeños y medianos propietarios forestales interesados en mantener el bosque nativo, dado los beneficios asociados a los recursos hídricos, conservación de suelos, conectividad del paisaje, biodiversidad, entre otros, que proporciona dicha superficie vegetacional.

Es en este contexto que se desarrolló durante la semana un taller, organizado por CONAF, para -primero- cerrar el Apoyo Específico para la Formulación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales 2017-2025 y -luego- iniciar el Programa Nacional de Apoyo a la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales de Chile, el que operará en el país a partir de septiembre de 2017 por los próximos cuatro años.

“Hemos logrado -sostuvo el director ejecutivo de CONAF, Aarón Cavieres- una fructífera labor en el marco de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, considerando que ya contamos con productos derivados de un trabajo territorial. Estas intervenciones tuvieron el objetivo de generar restauraciones de bosque nativo con énfasis en la provisión de recursos hídricos en cuatro áreas ubicadas en las regiones del Biobío y Los Ríos. Además, a través del Programa Nacional de ONU-REDD, podremos ahora realizar proyectos en cuatro regiones del país: en Magallanes, La Araucanía, Metropolitana y Coquimbo, mediante alianzas con la comunidad, por medio de los municipios, juntas de vecinos y pueblos indígenas, entre otros”.

Estos proyectos corresponden a:
• Región de Magallanes y de la Antártica Chilena: “Restitución de procesos ecológicos a través de la restauración del estrato boscoso en áreas afectadas y abandonadas por castor (Castor canadensis) en Tierra del Fuego”.
• Región de La Araucanía: “Restauración post incendios forestales en la precordillera andina de la Región de La Araucanía”.
• Región de La Araucanía: “Proyecto de la comunidad indígena de Quinquén”.
• Región de Coquimbo: “Desarrollo de un modelo de inversión socio-ambiental para restauración de tierras semiáridas en Chile”, proyecto que cuenta además con apoyo de la Iniciativa de Restauración Ecológica Forestal.
• Región Metropolitana: “Programa de gestión forestal sustentable en una microcuenca de la zona semiárida como medida de adaptación al cambio climático y contribución a la desertificación, degradación de las tierras y sequía”.

Dichas iniciativas están orientadas a cuantificar, caracterizar, evitar y resolver problemáticas de deforestación y degradación de la tierra. Los resultados de estos proyectos de campo generarán directrices para enfrentar de forma apropiada la implementación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, cuyas acciones permitirán alcanzar las metas que el país ha comprometido a nivel internacional en el marco del Acuerdo de París, ratificado por el Congreso Nacional durante 2017.

Debido a este enfoque, Chile es uno de los líderes en la región en el desarrollo forestal sustentable que promueve el Programa Nacional de ONU-REDD, el cual fortalece acciones orientadas a la medición de las emisiones forestales, fortalecimiento de un Sistema Nacional de Monitoreo Forestal y de un Sistema de Información de Salvaguardas Ambientales y Sociales, entre otras iniciativas.

Chile avanza a pasos firmes y con responsabilidad en su desafío de enfrentar adecuadamente y de manera integral la mitigación y adaptación al cambio climático, la lucha contra la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía. Para ello, ya cuenta con una Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales de CONAF, impulsada por el Ministerio de Agricultura, apoyada por el Programa ONU-REDD+ (reducción de emisiones por degradación y deforestación de los bosques) y validada como política pública en 2016 por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.

Tras alcanzar la primera meta consistente en la elaboración de este instrumento-país, ahora Chile se enfoca en trabajar por obtener los recursos financieros necesarios, correspondientes al Programa ONU-REDD+, para implementar medidas de acción destinadas a aminorar la degradación forestal y la deforestación y aumentar los sumideros de carbono en los bosques, como también para adquirir experiencia práctica destinada a que en el mediano o largo plazo el país cuente con esquemas de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) entregados a pequeños y medianos propietarios forestales interesados en mantener el bosque nativo, dado los beneficios asociados a los recursos hídricos, conservación de suelos, conectividad del paisaje, biodiversidad, entre otros, que proporciona dicha superficie vegetacional.

Es en este contexto que se desarrolló durante la semana un taller, organizado por CONAF, para -primero- cerrar el Apoyo Específico para la Formulación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales 2017-2025 y -luego- iniciar el Programa Nacional de Apoyo a la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales de Chile, el que operará en el país a partir de septiembre de 2017 por los próximos cuatro años.

“Hemos logrado -sostuvo el director ejecutivo de CONAF, Aarón Cavieres- una fructífera labor en el marco de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, considerando que ya contamos con productos derivados de un trabajo territorial. Estas intervenciones tuvieron el objetivo de generar restauraciones de bosque nativo con énfasis en la provisión de recursos hídricos en cuatro áreas ubicadas en las regiones del Biobío y Los Ríos. Además, a través del Programa Nacional de ONU-REDD, podremos ahora realizar proyectos en cuatro regiones del país: en Magallanes, La Araucanía, Metropolitana y Coquimbo, mediante alianzas con la comunidad, por medio de los municipios, juntas de vecinos y pueblos indígenas, entre otros”.

Estos proyectos corresponden a:
• Región de Magallanes y de la Antártica Chilena: “Restitución de procesos ecológicos a través de la restauración del estrato boscoso en áreas afectadas y abandonadas por castor (Castor canadensis) en Tierra del Fuego”.
• Región de La Araucanía: “Restauración post incendios forestales en la precordillera andina de la Región de La Araucanía”.
• Región de La Araucanía: “Proyecto de la comunidad indígena de Quinquén”.
• Región de Coquimbo: “Desarrollo de un modelo de inversión socio-ambiental para restauración de tierras semiáridas en Chile”, proyecto que cuenta además con apoyo de la Iniciativa de Restauración Ecológica Forestal.
• Región Metropolitana: “Programa de gestión forestal sustentable en una microcuenca de la zona semiárida como medida de adaptación al cambio climático y contribución a la desertificación, degradación de las tierras y sequía”.

Dichas iniciativas están orientadas a cuantificar, caracterizar, evitar y resolver problemáticas de deforestación y degradación de la tierra. Los resultados de estos proyectos de campo generarán directrices para enfrentar de forma apropiada la implementación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, cuyas acciones permitirán alcanzar las metas que el país ha comprometido a nivel internacional en el marco del Acuerdo de París, ratificado por el Congreso Nacional durante 2017.

Debido a este enfoque, Chile es uno de los líderes en la región en el desarrollo forestal sustentable que promueve el Programa Nacional de ONU-REDD, el cual fortalece acciones orientadas a la medición de las emisiones forestales, fortalecimiento de un Sistema Nacional de Monitoreo Forestal y de un Sistema de Información de Salvaguardas Ambientales y Sociales, entre otras iniciativas.