Si le digo María, Ingrid, Bárbara, probablemente le suene a nombres sueltos y nada más, pero allá lejos de la ciudad en el sector de Trumao en la Provincia del Ranco, a pocos kilómetros de la ciudad de La Unión, están estas tres mujeres que saben de dónde emana el surco de la tierra que da la sangre para sembrar. Ellas hacen germinar la sombra para descansar y que cobra el sentido del Programa Siembra por Chile, formando parte del Programa de Empleos de Emergencia de la Corporación Nacional Forestal, CONAF, y dando forma a los viveros que alimenta de árboles nativos y hierbas medicinales a este sector de Chile.
María Martínez Pichicona es una mujer de sonrisa fácil que trabaja en el vivero de Trumao desde que comenzó el año 2017 y rememora que llegó en el verano de ese año a través del Programa de Empleo de Emergencia de CONAF, PEE. “Empezamos de cero poniendo cemento en este lugar que usted está pisando”, cuenta mientras estamos dentro de un intento de quincho que protege materiales propios del trabajo que realizan.
“Muchas señoras estamos en la casa, no tenemos una entrada económica estable, entonces trabajar medio día se hace fácil. Acá venimos, aprendemos y trabajamos y CONAF se encarga de llevar las plantas hasta donde tiene que llevarlas, al bosque”, dice mientras toma una planta desde el vivero y dice orgullosa, “Mire. Ahora ya tenemos hasta hierbas medicinales, como el hinojo que se está perdiendo pero acá tenemos una plantita, y así vamos avanzando igual que el natre”. Toda esa acción va sumada a su mirada que se dirige a una mujer más joven que entra al vivero y que resulta ser Ingrid Triviños Martínez, su hija.
La semilla como experiencia
“Yo empecé el 2017 como trabajadora del PEE, y después la supervisora me ingresó como capataz y ahora estoy como administradora a cargo del vivero. Yo no sabía nada cuando empecé, lo mío siempre fueron las flores, entonces yo me puse a estudiar, a leer, porque igual me habían dado un cargo y tenía que preocuparme y responder. Entonces empecé a aprender cómo se trabajaba una semilla, en qué consistía, y además siempre el PEE nos va capacitando en recolección de semillas, hemos tenido capacitaciones de esquejes, de almacenamiento de semilla, y como identificarlas, entonces todo eso es un aprendizaje y experiencia”, cuenta entusiasmada Ingrid, la administradora del vivero.
Siguiendo el ejemplo de su madre, Ingrid hace lo propio con sus hijos. “Yo tengo dos hijos, Benjamín de 13 y la Ignacia de 7 y a ellos en la tarde cuando tienen un tiempo libre me los traigo al vivero para que aprendan, para que ayuden porque es una experiencia que los chicos de ciudad no lo ven y también para que aprendan el trabajo en la tierra”.
Y agrega “acá rescatamos las plantas nativas por parte de CONAF y como comunidad nosotros trabajamos lo que son las plantas medicinales y las plantas ornamentales y lo que rescato es la experiencia nueva, las enseñanzas. A mí me encanta esto de trabajar desde la semilla, de verla crecer, de tenerle un monitoreo constante de la evolución de cada planta que nosotros trabajamos acá y eso yo se los inculco a mis hijos. Por ejemplo, los fines de semana acá no se trabaja pero yo igual me los traigo para que ellos ayuden y vean el trabajo que yo estoy haciendo, así les inculco el amor por las plantas y por la tierra y ellos saben que deben seguir en esta labor como si fuera mi herencia”.
Labor social del CONAF
En total son 12 viveros en toda la provincia de El Ranco, repartidos entre las comunas de La Unión, Río Bueno, Lago Ranco y Futrono, y en los cuales el 95% de sus trabajadores son mujeres, quienes gracias a sus capacidades y al Programa de Empleo de Emergencia sostienen estos viveros que son una parte fundamental del Programa de Gobierno Siembra por Chile.
La supervisora de todos estos viveros es Bárbara Alarcón Rivera, técnico forestal de CONAF, quien cuenta que “soy supervisora del Programa Empleo de la Provincia del Ranco de la región de Los Ríos y estoy cinco años trabajando fuertemente en el tema viveros. Es un trabajo arduo, importante, la gente está muy conforme y hemos desarrollado mucho el trabajo con capacitaciones y eso ha dado un muy buen fruto. Tenemos a 120 personas trabajando y lo que más destaco de este trabajo es que es un trabajo social y después productivo. Es un trabajo mutuo entre las personas y CONAF. Yo soy supervisora pero la gente ha hecho que exista un cambio fuerte dentro de todo el desarrollo y trabajo y la experiencia de ellos que también ha sido importante para poder llevar una buena gestión en la provincia”.
Por su parte, el jefe provincial de CONAF en El Ranco, Marcos García, expresa que “este vivero tiene una particularidad especial porque aparte de CONAF que está llevando esta iniciativa, los socios importantes son la comunidad indígena de Trumao y las mujeres de la comunidad que nos aportan mano de obra y sus conocimientos en producción de plantas nativas, y también el municipio ha dado una señal de apoyo importante colaborándonos para que esta empresa de producir plantas nativas para la comuna de La Unión sea una realidad”.
Marcos es enfático también en decir que “lo importante es que las ganas de las mujeres que trabajan aquí son el aliciente para seguir empujando hacia adelante, se han encariñado con este proyecto en que ya llevamos trabajando más de cuatro o cinco años en este sector de Trumao, y somos un catalizador de desarrollo local acá en la comuna con producción de plantas nativas, plantas medicinales, ornamentales, flores que ellas cultivan con mucho cariño”.
Trumao y Siembra por Chile
En Trumao trabajan seis personas, cinco mujeres y un hombre, y esas seis personas aportan al Programa Siembra por Chile ¿Cómo? Lo explica el director regional de CONAF Los Ríos, Arnoldo Shibar, quien cuenta que “el programa considera acciones para iniciar procesos de restauración de bosques nativos a gran escala, priorizando zonas de conservación y protección de suelos, humedales, cabeceras de cuenca y cuerpos de agua. Esto incluye entrega de plantas e insumos para enriquecimiento, reforestación y recuperación de bosques nativos. En forma paralela, se llevará a cabo un Programa de Recolección de Semillas que pueda satisfacer las demandas actuales y futuras para planes de restauración en el territorio, que considere la identificación de áreas productoras de semilla, faenas de establecimiento de áreas productoras de semilla, recolección de semillas y capacitaciones; más el fortalecimiento de viveros de CONAF y convenios con viveros privados que permitan generar empleo en la producción de plantas nativas en viveros”.
Son casi 120 personas las que se benefician con el PEE de CONAF en la provincia de El Ranco en la región de Los Ríos, y entre todas ellas deben haber más Marías, Ingrid, y Bárbaras con sus propias historias de vida pero todas tienen algo en común: la semilla es imperecedera.