“Estas plantas a futuro, formarán un corredor biológico, ampliando el rango de distribución de distintas especies para desplazarse. El corredor unirá dos fragmentos de bosque nativo que estaban juntos, pero que tras incendios e invasiones de especies exóticas se vieron separados. Estamos revirtiendo esta situación, haciendo uniones mediante la restauración ecológica”, sostiene Cristian Echeverría Leal, Académico y Director del Laboratorio de Ecología de Paisaje de la Universidad de Concepción. (LEP UdeC).
Lo anterior, tiene su base en 1999, cuando un gran incendio forestal se deslizó desde Hualqui a Florida, consumiendo 700 hectáreas aproximadamente en Nonguén, zona que ni siquiera era protegida para ese entonces. No sólo el incendio fue dramático; también la invasión de aromo, que luchó ganando terreno a las especies que allí había.
Casi 10 años después se creó la Reserva Nacional Nonguén y un año más tarde aproximadamente, el trabajo de restauración ecológica, que nació al alero de un convenio entre CONAF, Transelec (empresa de transmisión eléctrica) y la Universidad de Concepción (UdeC).
Fue allí donde se reunieron representantes de las tres entidades, para ver en terreno los avances de este proyecto, ejecutado por el LEP UdeC. El acuerdo, que involucra una medida ambiental asignada a Transelec, ha permitido la plantación de 6.853 árboles sólo el 2021 y recuperar espacios para la flora nativa.
El objetivo, es el reemplazo de aromo y pino radiata, su posterior cosecha y trituración, material que luego vuelve a la tierra convertido en el nombre de mulch, o biomasa, que permite la humedad del suelo, favoreciendo el proceso restaurativo de las nuevas especies. Entre eso, hay una serie de labores, como establecer un ecosistema de referencia y plantar de acuerdo a los parámetros acordados. Por último, se establece un monitoreo, que sirve para verificar el 80% de sobrevivencia que se espera alcanzar.
Alianza estratégica
Este trabajo, se resume en un factor fundamental, según el director de LEP UdeC. “La combinación de estos esfuerzos y de esta alianza, entre la academia, CONAF, las empresas y la participación de la sociedad, son muy importantes para que nuestras acciones de restauración ecológica tengan impacto positivo”.
Para Rodrigo Jara Ortega, director regional de CONAF Biobío, entidad que administra la unidad, vecina de las comunas de Concepción, Chiguayante y Hualqui, este trabajo “se suma a una serie de acciones que estamos llevando adelante como institución para recuperar el paisaje original que tenía este parque nacional, cuando aún no formaba parte del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado. Este trabajo con la UdeC ha sido fundamental, porque hablamos de una unidad que está dentro de una cuenca productora de agua, por lo que cambiar el aromo existente en este lugar a un bosque nativo en formación obviamente es más atractivo para las personas, para nuestros vecinos y vecinas, y genera otro tipo de paisaje que dan ganas de recorrer y apreciar en todo su esplendor”.
También agrega, que “se está realizando un proceso de restauración, asociado a ciertos compromisos que tiene la empresa Transelec. Pero, además, es una experiencia interesante que se está generando a nivel experimental, en donde el aporte de la ciencia y la academia sin duda, ha enriquecido el trabajo en este lugar”, opina.
El 2021 y el 2022, han tenido grandes avances, al haber recuperado más hectáreas de bosque nativo, del que fue destruido, añade Cristian Echeverría. “Este año ya podemos ver la recuperación de ciertas especies nativas; vemos que los árboles están creciendo y sobreviviendo bien. No obstante, todavía tenemos grandes desafíos, como seguir frenando el avance de las especies invasoras; argumenta el académico, Doctor por la Universidad de Cambridge, Reino Unido.
En el mismo sentido, Cristian Espinoza Fuentes, Jefe de Medioambiente de la Zona Sur de Transelec, dice que ha sido gratificante, “porque partimos hace más de 11 años en cumplimiento de una medida compensatoria, pero vimos el potencial y esto se fue transformando en un proyecto de restauración de más largo plazo, en el que creemos y sentimos que genera mucho valor para el parque nacional y para el Biobío, una región en que nuestra compañía está presente”. Además, comenta que se ha incrementado la superficie de restauración y “eso es fruto de la confianza que hemos construido con la Universidad de Concepción, con CONAF y con los contratistas”, manifiesta.
En cuanto a los desafíos, Rodrigo Fuentes Robles, investigador del LEP UdeC, dice que lo más complicado ha sido la planificación de las actividades. “Como nos encontramos dentro de un área protegida, las faenas deben ser ejecutadas con alta precisión y en las fechas correctas para no afectar la biodiversidad del parque y minimizar los impactos en el suelo”.
Por último, adelanta que las labores que vienen de acuerdo al convenio, se relacionan con la habilitación de infraestructura. “Instalaremos dos contenedores oficina, para hacer investigación acerca de los impactos de la restauración ecológica, no sólo para nosotros, sino que también para los profesionales de CONAF. Además, se construirá un sendero interpretativo, con visitas guiadas, para que el público pueda comprender las diferentes etapas del plan de restauración. El sendero, comienza en un área testigo, que presenta una condición de pre-restauración cubierta por vegetación exótica. Después, continuará por las áreas restauradas en los últimos 11 años, para concluir en un fragmento de bosque nativo, que representa el objetivo que queremos alcanzar”, sostiene.