Ocho personas mayores de los caseríos de Ungallire, Surasurani y Paquisa fueron invitadas a un día de esparcimiento y reencuentro entre ellos y el territorio vivido, en diferentes puntos de la provincia de Parinacota, tales como Lago Chungará, Parque Nacional Lauca y Monumento Natural Salar de Surire.
Con profunda emoción y alegría por volver a encontrarse con los paisajes de su infancia, los invitados comenzaron su recorrido por el Lago Chungará y finalizaron en Monumento Salar de Surire, en donde el administrador de la Reserva Nacional Las Vicuñas y Salar de Surire Alvaro Tralma y Sandro Flores, administrador del Parque Nacional Lauca, les hicieron un tour guiado y respondieron sus preguntas sobre las especies de la zona.
Nicasia Calisaya del sector de Paquisa y con un poco más de 80 años, fue una de las ocho asistentes a esta visita por los alrededores de su hogar. “Hace muchos años que no venía al (Lago) Chungará, volver es recordar mi niñez y que vivo en un lugar en el que lo he tenido todo a pesar de estar tan lejos”, contó.
Alvaro Tralma, administrador de la unidad protegida, comentó que durante el paseo, los adultos mayores reviven su niñez y juventud, “es una instancia para compartir porque aunque se conocen, no se ven seguido debido a la distancia entre un caserío y otro; estas actividades les sirven para socializar en espacios que no son reuniones u operativos. Además cuando llegamos a las reservas o incluso en el mismo camino ellos van contando sus historias de juventud y eso es muy emocionante”.
El administrador además indicó que CONAF es un nexo muy importante para la comunidad: “nosotros somos una de las primeras instituciones a quienes llaman en caso de necesitar algo; todos tienen nuestros contactos, entonces al momento de presentar algún imprevisto saben que pueden contar con nosotros, por eso reciben tan bien este tipo de iniciativas, porque somos personas conocidas y en quienes confían”, aseguró.
Para la directora regional Catherine Opazo Rivera, este tipo de actividades “son tremendamente importantes y son parte esenciales dentro de nuestro calendario porque permiten vincularnos aún más con el territorio, con las personas y sus requerimientos. En la conversación previa pudimos darnos cuenta que a pesar de la distancia tienen problemáticas similares, como por ejemplo, la presencia de zorros que son una amenaza real para sus ganados o el manejo de bofedales, que es lo que les provee de forraje durante el año. Estas instancias permiten dirigir nuestro accionar por el bien de la región”, aseguró.
Esta actividad es la tercera que se realiza desde el 2021, año en que se instauró como parte de la línea de acción “gestión comunitaria”. Hasta el momento 23 personas mayores han podido volver a visitar sus parajes de niñez y a vincularse con otras que viven en caseríos alejados y que dedican su día a día a labores ganaderas, principalmente.