Una sorpresa se llevaron guardaparques del Parque Nacional Río Clarillo, administrado por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), al detectar en los registros con cámaras trampa a un zorro distinto. Tras realizar análisis, se definió que se trataba de un zorro culpeo (Lycalopex culpaeus) con colores y formas diferentes al que usualmente se conoce, el que no solo llama la atención por su combinación de colores (pigmentación blanca en gran parte de su cara y sus ojos, al parecer claros), si no, en su forma, ya que morfológicamente no parece un zorro culpeo, porque su contextura es más gruesa, sus patas más cortas, sus orejas muy peludas y sus ojos y hocico poseen una forma muy distinta a la comúnmente observada.
El animal luce sano y fue registrado en julio de 2021, dentro del Parque Nacional Río Clarillo, Región Metropolitana. El hallazgo sería el primero en Chile, donde un zorro presenta una pigmentación blanca en algunas partes de su cuerpo y, al criterio de guardaparques, una morfología distinta.
Así lo describió la guardaparques de CONAF y encargada del Programa de Diversidad de la Naturaleza del Parque Nacional Río Clarillo, Catalina Parra, quien precisó que tras varias consultas con expertos, estos “sugieren que se trataría probablemente de un caso de leucismo parcial o incompleto, una rareza genética motivada por un gen recesivo que modifica el color del pelaje de los individuos en la naturaleza. No se debe confundir con el albinismo, donde los ojos de los animales se tornan rojos y más sensibles a la luz del sol, debido a la falta total de melanina”.
Cabe destacar que el leucismo (del griego leukós, blanco) es una particularidad genética debida a un gen recesivo, que da un color blanco a la piel, pelaje o plumaje. Este gen influye en el proceso de formación de la melanina, que es el pigmento responsable del color de la piel y el cabello.
Otro aspecto que se destacó tras este hallazgo, según el jefe de la Sección de Monitoreo e Información del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado, que administra CONAF, Diego Valencia, es que la “esperanza de vida de este zorro en la naturaleza no se vería alterada por esta particularidad genética. Sin embargo, es importante recordar que este individuo mantiene las mismas amenazas que los demás zorros que transitan por el parque nacional, siendo su principal amenaza la presencia de perros (Canis familiaris) sin una tenencia responsable, pues estos deambulan libres y pueden transmitir enfermedades a los zorros, además de desplazarlos o atacarlos directamente. Por ello es necesario que cada persona se haga responsable de sus mascotas y que recuerden que no está permitido el ingreso de mascotas a las áreas protegidas administradas por CONAF”.
Tanto Catalina Parra como Diego Valencia, resaltaron también que si bien la naturaleza no nos deja de sorprender, y si en este caso la apreciación primaria de expertas y expertos es que se trataría de un zorro culpeo con leucismo parcial, es aún una sugerencia, ya que la mayoría descartó un hibridismo. Sin embargo, es fundamental hacer un análisis genético para confirmar la apreciación.
En esta misma línea de trabajo, destacaron ambos, que para seguir con la tarea de conservación, es imprescindible avanzar en el conocimiento de los hallazgos diarios y, por lo mismo, recordaron que siempre CONAF ofrece la oportunidad para quién o quiénes se interesen en apoyar investigaciones o realizarlas en conjunto con guardaparques de cada área protegida del Estado.