Así como para todos los territorios del país, la emergencia climática tiene graves efectos sobre las áreas silvestres protegidas en Chile, incluyendo una reducción drástica de las lluvias, aumento de las temperaturas, cambios en la biodiversidad y una mayor ocurrencia de incendios, aluviones y otros desastres. Estos efectos amenazan gravemente a la flora y fauna de santuarios de la naturaleza, monumentos naturales, reservas y parques nacionales, impactando además a las comunidades que dependen de los recursos naturales que se preservan en estas áreas.

Esta realidad presenta grandes desafíos para las 107 áreas silvestres protegidas administradas por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), las que están distribuidas a lo largo y ancho de todo el país. En su conjunto, estas cubren una superficie total aproximada de 18 millones de hectáreas, lo que equivale a cerca del 21% del territorio nacional, que se encuentra bajo la protección del Estado y que anualmente son visitadas por cerca de 1 millón trescientas mil personas tanto del ámbito nacional como internacional.

Para proteger estos importantes reservorios de biodiversidad, la Corporación Nacional Forestal (CONAF), junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desarrollarán el primer curso orientado a fortalecer la gobernanza climática y ambiental, integrando a la ciudadanía en las acciones necesarias para mitigar los efectos del cambio climático en dichas áreas.

Durante 8 semanas, alrededor de 120 personas, incluyendo administradores y administradoras de áreas protegidas, guardaparques, líderes y lideresas de la comunidad, junto a profesionales vinculados al rubro forestal y ambiental, participarán de módulos teóricos y prácticos para reconocer y mitigar los efectos de la crisis climática en las áreas silvestres protegidas, además de adquirir herramientas para enfrentarlos de manera colaborativa.

La iniciativa está inserta en la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales de CONAF y su proyecto +Bosques, la cual ejecuta apoyada por FAO y recibe recursos internacionales provenientes del Fondo Verde del Clima, con los que se busca mejorar la gestión forestal sustentable en las regiones del Maule, Ñuble, Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, en un periodo de 6 años (2020-2026).

Christian Little, director ejecutivo de CONAF, señaló que “la mejor forma de enfrentar los desafíos que impone el cambio climático es estar bien informados y preparados. Por eso, quiero desearles a todos los participantes de este curso virtual éxito en su realización, que aprovechen la plataforma y a los profesores, porque la gestión de las áreas silvestres protegidas, la gestión de la conservación de la biodiversidad y el trabajo con la naturaleza, requieren de una preparación y de ponerse al día respecto a conceptos claves en materia de cambio climático”.

Según estimaciones de CONAF, las áreas silvestres protegidas en las regiones de Biobío, La Araucanía, Los Ríos y el 90% de las ubicadas en la Región de Los Lagos, son las que sufrirán los impactos más importantes del cambio climático, debido a un pronunciado aumento de la temperatura y una drástica reducción de las precipitaciones hacia 2050.

Frente a estas proyecciones, las medidas más eficientes para adaptar dichas áreas a los efectos del cambio climático son habilitar corredores biológicos, asegurar paisajes variados, crear nuevas áreas protegidas o ampliar las existentes para proteger hábitat adecuados para las especies más vulnerables.

Según la Representante de FAO en Chile, Eve Crowley, “las áreas silvestres protegidas son valiosas guardianas de la biodiversidad y representan la memoria ecológica del país, ya que nos recuerdan cómo las personas se relacionan con el medioambiente en los territorios, de ahí la importancia de promover el involucramiento de las comunidades en la acción climática”.

La representante además indicó que lo anterior “es parte fundamental del enfoque que promueve Naciones Unidas para proyectos de reducción de emisiones derivadas de la degradación de los bosques, tal como el proyecto +Bosques, que actualmente desarrollamos en el marco de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales de CONAF”.

El curso será implementado por la unidad de Capacitación de FAO, área de desarrollo de capacidades de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, y durante sus dos meses de extensión buscará identificar los desafíos que supone el actual escenario de crisis climática para Chile, sus territorios, comunidades y particularmente para sus áreas silvestres protegidas, valorando así el rol de CONAF como responsable del desarrollo de la Estrategia Nacional de Cambio Climático, junto al papel de la ciudadanía para enfrentar los desafíos que impone el cambio climático.

Felipe Ortega, guardaparques del Parque Nacional Villarrica, en la Región de La Araucanía, señaló que “uno de los grandes desafíos es masificar la idea de la preservación, de la conservación de los bosques como estrategia para combatir el cambio climático. Pero estas estrategias hay que coconstruirlas con las comunidades locales”.

“No basta con proponer alternativas desde la administración de los parques, sino que también a través de nuestros vecinos y las organizaciones que están trabajando en la conservación”, agregó.

Junto con integrar a las personas, las acciones de mitigación y adaptación de las áreas silvestres protegidas permiten asegurar la continuidad de los procesos evolutivos, las migraciones animales, los patrones de flujo genético, la regulación del medio ambiente y, por consiguiente, la salud humana.

10 mayo, 2023
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