Por cuarto año consecutivo, guardaparques de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) monitorearán el comportamiento de la fauna silvestre del Parque Nacional La Campana, mediante el uso de cámaras trampa ubicadas estratégicamente en cordones montañosos y fondos de quebrada, donde deambulan especies de complejo avistamiento y hábitos nocturnos.
En ese contexto, bajo estrictas medidas de seguridad frente a la pandemia de coronavirus, desde el mes de mayo pasado, los funcionarios del organismo forestal trabajan en la instalación de 60 dispositivos al interior del “pulmon verde”, de los cuales 34 se situarán en el sector Palmas de Ocoa, en la comuna de Hijuelas, 14 en Cajón Grande y 12 en Granizo, en Olmué.
Al respecto, el director regional de CONAF, Sandro Bruzzone, explicó que “las cámaras trampa nos permiten analizar de mejor manera las costumbres, la distribución y las principales amenazas de la fauna silvestre, para elaborar planes de conservación más específicos y detallados, por ejemplo, en relación con la protección que debemos brindar al zorro culpeo, que ahora tenemos la certeza de que ocupa más del 95 % del parque nacional”.
Asimismo, destacó que “gracias al uso de esta herramienta tecnológica, desde el año 2017 a la fecha, hemos obtenido hallazgos importantes, como confirmar con fotografías la presencia de los gatos güiña y colocolo, entre otras especies que no habíamos logrado captar con imágenes, aunque figuraban en la bibliografía histórica de la unidad”.
En búsqueda del chingue y el puma
Por su parte, el administrador del parque nacional, Félix Forno, manifestó que “el proceso de instalación de las 60 cámaras trampa se extenderá hasta fines del mes de agosto de este año, y los dispositivos se mantendrán durante un período de un mes en los puntos delimitados. Luego, el personal guardaparques los retirará para evaluar los resultados que arrojen”.
Agregó que, desde que comenzó a operar el nuevo sistema de monitoreo en el entorno natural, las investigaciones se han concentrado, principalmente, en “siete objetos de conservación carnívoros: los gatos güiña y colocolo, los zorros culpeo y chilla, el quique, el chingue y el puma. De ellos, sólo nos falta corroborar con imágenes la presencia de los dos últimos”.
Cabe consignar que las cámaras trampa marca Bushnell, modelo Aggressor, poseen sensores de movimiento que permiten captar fotografías, diurnas y nocturnas, del desplazamiento de animales. A través de estos registros, por ejemplo, CONAF ha podido demarcar el desenvolvimiento de una de las principales amenazas para la fauna silvestre del Parque Nacional La Campana, como es la irrupción de animales domésticos (gatos y perros) y ganado (vacunos y caballares).
Por cuarto año consecutivo, guardaparques de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) monitorearán el comportamiento de la fauna silvestre del Parque Nacional La Campana, mediante el uso de cámaras trampa ubicadas estratégicamente en cordones montañosos y fondos de quebrada, donde deambulan especies de complejo avistamiento y hábitos nocturnos.
En ese contexto, bajo estrictas medidas de seguridad frente a la pandemia de coronavirus, desde el mes de mayo pasado, los funcionarios del organismo forestal trabajan en la instalación de 60 dispositivos al interior del “pulmon verde”, de los cuales 34 se situarán en el sector Palmas de Ocoa, en la comuna de Hijuelas, 14 en Cajón Grande y 12 en Granizo, en Olmué.
Al respecto, el director regional de CONAF, Sandro Bruzzone, explicó que “las cámaras trampa nos permiten analizar de mejor manera las costumbres, la distribución y las principales amenazas de la fauna silvestre, para elaborar planes de conservación más específicos y detallados, por ejemplo, en relación con la protección que debemos brindar al zorro culpeo, que ahora tenemos la certeza de que ocupa más del 95 % del parque nacional”.
Asimismo, destacó que “gracias al uso de esta herramienta tecnológica, desde el año 2017 a la fecha, hemos obtenido hallazgos importantes, como confirmar con fotografías la presencia de los gatos güiña y colocolo, entre otras especies que no habíamos logrado captar con imágenes, aunque figuraban en la bibliografía histórica de la unidad”.
En búsqueda del chingue y el puma
Por su parte, el administrador del parque nacional, Félix Forno, manifestó que “el proceso de instalación de las 60 cámaras trampa se extenderá hasta fines del mes de agosto de este año, y los dispositivos se mantendrán durante un período de un mes en los puntos delimitados. Luego, el personal guardaparques los retirará para evaluar los resultados que arrojen”.
Agregó que, desde que comenzó a operar el nuevo sistema de monitoreo en el entorno natural, las investigaciones se han concentrado, principalmente, en “siete objetos de conservación carnívoros: los gatos güiña y colocolo, los zorros culpeo y chilla, el quique, el chingue y el puma. De ellos, sólo nos falta corroborar con imágenes la presencia de los dos últimos”.
Cabe consignar que las cámaras trampa marca Bushnell, modelo Aggressor, poseen sensores de movimiento que permiten captar fotografías, diurnas y nocturnas, del desplazamiento de animales. A través de estos registros, por ejemplo, CONAF ha podido demarcar el desenvolvimiento de una de las principales amenazas para la fauna silvestre del Parque Nacional La Campana, como es la irrupción de animales domésticos (gatos y perros) y ganado (vacunos y caballares).