Tras la revisión de más de 83 mil fotografías, después de seis meses de monitoreo, personal de CONAF Aysén confirmó presencia de huemules, pumas, armadillos peludos y zorros culpeos y chilla en el Parque Nacional Cerro Castillo, además de detectar que viven en zonas donde no se tenían registro de ellos. Sin embargo, también se descubrió en dos sectores la presencia de una especie invasora que amenaza a la fauna nativa, el jabalí. Estos datos permiten planificar, por ejemplo, el control de su población.

El monitoreo de especies de flora y fauna importantes de proteger (objetos de conservación), basado en el método de estándares abiertos desde el cual se elaboró el nuevo plan de manejo del parque nacional, busca determinar presencia, distribución y abundancia relativa de especies de fauna, además de obtener información de especies introducidas y amenazas que pueden afectar a la biodiversidad, con el objetivo de levantar información que permita generar estrategias de conservación de las especies existentes en esta área silvestre.

El director regional de CONAF, Andrés Bobadilla Labarca, valoró la implementación de este sistema de monitoreo. Destacó que “el trabajo realizado con cámaras trampas es muy importante para tener un registro de la diversidad y estimación de ejemplares por especies que habitan en esta unidad administrada por CONAF. Gracias a la información entregada por las cámaras trampa, podremos tomar decisiones respecto de la conservación de las especies. Como CONAF estamos utilizando este sistema de monitoreo en las distintas unidades de la región, lo que nos dará información muy valiosa para un mejor manejo y la protección de las especies”.

 

Trabajo en terreno

El despliegue en terreno contó con la participación de 6 guardaparques, 12 voluntarios y 2 médicos veterinarios, quienes se dedicaron a la instalación y retiro de 60 cámaras trampas en el Parque Nacional Cerro Castillo, durante seis meses, cubriendo desde la estepa patagónica hasta el bosque siempreverde.

Es así, que se dispuso la siguiente distribución de las cámaras en cada uno de los ambientes presentes en el parque: 8 en estepa patagónica, 1 en transición bosque de lenga-estepa patagónica, 36 en bosque de lenga, 5 transición bosque caducifolio-bosque siempreverde y 10 en bosque siempreverde, dominado principalmente por coigües. Se descartaron altas cumbres, glaciares, cuerpos y cursos de agua, los que serán monitoreados mediante un sistema satelital.

El administrador del parque, Hernán Velásquez, destacó la información entregada por el sistema de monitoreo y señaló algunas de las especies fotografiadas, precisando que “la implementación de este sistema de monitoreo nos permite sumar 60 puntos de observación a través de estas cámaras que registran durante un periodo de 30 días todo lo que se mueva frente a ellas, es así como pudimos determinar presencia de huemules, pumas, armadillos peludos, zorros culpeo y chilla, además de otras especies, en sectores donde no se tenía la certeza de su presencia. El personal dispuesto para esta tarea recorrió, sumando los días y lo que hizo cada uno de ellos, más de mil kilómetros de caminata, obteniendo 83 300 fotografías que nos darán una idea de la situación de los objetos de conservación que se protegen en este parque nacional”.

Una amenaza importante que se pudo comprobar, ya que existían antecedentes preliminares, es la presencia del jabalí en, al menos, dos sectores del parque, situación que se abordará prontamente para evitar el aumento de su población, ya que pueden transmitir enfermedades, competir por hábitat y causar grave daño a la cubierta vegetal en los ambientes en que se observó.

También es importante destacar el apoyo de los propietarios privados, ya que muchos accesos a las grillas significaron ingresar por sus predios con buena disposición, mostrando interés en el trabajo de cámaras trampa y curiosidad por saber qué especies silvestres se encuentran en sus sectores, sumándose algunos de ellos en la logística para poder acceder a valles y bosques de difícil acceso.

Este trabajo, que se realizará cada año entre primavera y verano, permitirá obtener información actualizada del parque para tomar decisiones de manejo que permitan su conservación, generar información y vincular a las comunidades aledañas en aspectos como la educación y turismo. Lo anterior, basado en datos y análisis científicos del estado de la biodiversidad y los ecosistemas protegidos en el Parque Nacional Cerro Castillo.

jabali

10 junio, 2020

Tras la revisión de más de 83 mil fotografías, después de seis meses de monitoreo, personal de CONAF Aysén confirmó presencia de huemules, pumas, armadillos peludos y zorros culpeos y chilla en el Parque Nacional Cerro Castillo, además de detectar que viven en zonas donde no se tenían registro de ellos. Sin embargo, también se descubrió en dos sectores la presencia de una especie invasora que amenaza a la fauna nativa, el jabalí. Estos datos permiten planificar, por ejemplo, el control de su población.

El monitoreo de especies de flora y fauna importantes de proteger (objetos de conservación), basado en el método de estándares abiertos desde el cual se elaboró el nuevo plan de manejo del parque nacional, busca determinar presencia, distribución y abundancia relativa de especies de fauna, además de obtener información de especies introducidas y amenazas que pueden afectar a la biodiversidad, con el objetivo de levantar información que permita generar estrategias de conservación de las especies existentes en esta área silvestre.

El director regional de CONAF, Andrés Bobadilla Labarca, valoró la implementación de este sistema de monitoreo. Destacó que “el trabajo realizado con cámaras trampas es muy importante para tener un registro de la diversidad y estimación de ejemplares por especies que habitan en esta unidad administrada por CONAF. Gracias a la información entregada por las cámaras trampa, podremos tomar decisiones respecto de la conservación de las especies. Como CONAF estamos utilizando este sistema de monitoreo en las distintas unidades de la región, lo que nos dará información muy valiosa para un mejor manejo y la protección de las especies”.

 

Trabajo en terreno

El despliegue en terreno contó con la participación de 6 guardaparques, 12 voluntarios y 2 médicos veterinarios, quienes se dedicaron a la instalación y retiro de 60 cámaras trampas en el Parque Nacional Cerro Castillo, durante seis meses, cubriendo desde la estepa patagónica hasta el bosque siempreverde.

Es así, que se dispuso la siguiente distribución de las cámaras en cada uno de los ambientes presentes en el parque: 8 en estepa patagónica, 1 en transición bosque de lenga-estepa patagónica, 36 en bosque de lenga, 5 transición bosque caducifolio-bosque siempreverde y 10 en bosque siempreverde, dominado principalmente por coigües. Se descartaron altas cumbres, glaciares, cuerpos y cursos de agua, los que serán monitoreados mediante un sistema satelital.

El administrador del parque, Hernán Velásquez, destacó la información entregada por el sistema de monitoreo y señaló algunas de las especies fotografiadas, precisando que “la implementación de este sistema de monitoreo nos permite sumar 60 puntos de observación a través de estas cámaras que registran durante un periodo de 30 días todo lo que se mueva frente a ellas, es así como pudimos determinar presencia de huemules, pumas, armadillos peludos, zorros culpeo y chilla, además de otras especies, en sectores donde no se tenía la certeza de su presencia. El personal dispuesto para esta tarea recorrió, sumando los días y lo que hizo cada uno de ellos, más de mil kilómetros de caminata, obteniendo 83 300 fotografías que nos darán una idea de la situación de los objetos de conservación que se protegen en este parque nacional”.

Una amenaza importante que se pudo comprobar, ya que existían antecedentes preliminares, es la presencia del jabalí en, al menos, dos sectores del parque, situación que se abordará prontamente para evitar el aumento de su población, ya que pueden transmitir enfermedades, competir por hábitat y causar grave daño a la cubierta vegetal en los ambientes en que se observó.

También es importante destacar el apoyo de los propietarios privados, ya que muchos accesos a las grillas significaron ingresar por sus predios con buena disposición, mostrando interés en el trabajo de cámaras trampa y curiosidad por saber qué especies silvestres se encuentran en sus sectores, sumándose algunos de ellos en la logística para poder acceder a valles y bosques de difícil acceso.

Este trabajo, que se realizará cada año entre primavera y verano, permitirá obtener información actualizada del parque para tomar decisiones de manejo que permitan su conservación, generar información y vincular a las comunidades aledañas en aspectos como la educación y turismo. Lo anterior, basado en datos y análisis científicos del estado de la biodiversidad y los ecosistemas protegidos en el Parque Nacional Cerro Castillo.

jabali

 

10 junio, 2020
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